Se dice cuando alguien se pone en plan vigilante, súper atento y medio paranoico, cuidando o controlando a otra persona como si fuera seguridad privada. Puede ser por preocupación o por celos, y suele sonar a broma. Vamos, que está de guachimán, mirando todo y no soltando a nadie ni un ratito.
"Desde que mi hermano tiene enamorada, mi vieja está en modo guachimán: lo llama cada cinco minutos, le revisa el celu y ni a la esquina lo deja ir solo, qué abuso."