Expresión muy andaluza para decir que alguien no se entera de nada, que está totalmente desubicado y sin saber por dónde le viene el aire. Se usa cuando una persona está en una situación que no controla y va dando tumbos mentalmente. Vamos, que pinta menos ahí que un aguacate flotando en un puchero hirviendo.
"El primer día de curro en la oficina nueva estaba más perdido que un aguacate en un puchero, no sabía ni dónde estaba el baño ni cómo encender el ordenador."