En Honduras se usa para hablar de una caída bruta, aparatosa, de esas que hacen ruido y hasta el perro del vecino se asoma. No es solo tropezarse, es irse de boca con todo el show incluido. Suele dar risa a los demás, aunque al que se dio el estrellón no le haga ni pizca de gracia.
"Iba todo creído viendo el celular y me pegué un estrellón contra el poste, que hasta la doña de la pulpería salió a ver si era novela o qué"