Lo que haces cuando te pones a platicar con tus amig@s pausita por aquí, cotorreo por allá. Básicamente, una buena charla al puro estilo quintanarroense.
"Voy a la playa con Sonia, nos vamos a echar el chal de toda la semana y arreglar los problemas del mundo."
Se usa cuando te pones a platicar largo y tendido, casi siempre de chismes, anécdotas del barrio o cosas del día a día que se alargan horas. Es como sentarse a desmenuzar la vida ajena con calma, cafecito y cobija imaginaria. Y la neta, cuando el chal se pone bueno, nadie se quiere ir.
"Íbamos a hacer tarea pero terminamos echando el chal en la banqueta, rajando del profe, de los ex y hasta del vecino que ni nos habla."
Ponerse al día con los amigos, charlando largo y tendido sobre la vida, chismes y todo lo que se pueda. Es como una reunión informal pero siempre llena de buen rollo.
"Vamos por unas chelas pa' echar el chal con los cuates, que hay bastante tela que cortar desde la última vez."
Actividad placentera de charlar largo y tendido, normalmente sobre chismes o asuntos cotidianos. Se dice que es más vigorizante que una siesta bajo la sombra del jacarandá.
"Ayer, después de las enchiladas, nos quedamos tres horas echando el chal hasta que salió la luna."
Frase muy usada para decir que te sientas a platicar largo y tendido con tus cuates, sin prisa y con todo el chisme sabroso. Puede ir desde el drama familiar hasta la política, pasando por exes, trabajo y chistes tontos. Es básicamente ponerse al día con todo el chismecito rico, y la neta sí se disfruta.
"Ya sirve el café y saca las galletas, porque hoy vamos a echar el chal bien a gusto en la cochera, con todo el chismecito atrasado del barrio y de la familia"
Es la típica charla relajada y sin prisas con los cuates, casi un ritual donde se arregla el mundo o se hace chisme.
"Ayer nos quedamos hasta tarde echando el chal sobre la serie nueva, ¡me quedé picado!"
Charlar a gusto sobre cualquier cosa, como si estuvieras en casa con un cafecito y sin prisas.
"Ayer me fui a la plaza con Lalo y nos pusimos a echar el chal. ¡Se nos fue toda la tarde contándonos chismes!"
Frase que usan en Chihuahua para decir que alguien se puso a platicar largo y tendido, casi como si estuvieran contando toda su historia de vida.
"No hombre, doña Lucha atrapó a mi mamá en la tienda y se echaron el chal por dos horas, ¡hasta yo me enteré del chisme del barrio!"
Se dice cuando te pones a platicar a gusto con la banda, sin prisa y sin tema fijo. Puede ser puro chisme, desahogo, risas o hasta arreglar el mundo con una chela en la mano. Es plan tranqui, de sobremesa larga, y cuando te das cuenta ya se te fue la noche.
"Caímos a la casa de Toño nomás a saludar y terminamos echando el chal con cafecito, chisme y risas hasta que cantó el gallo."
Tener una plática intensa o discusión apasionada sobre cualquier tema, desde lo más trivial hasta temas profundos.
"Ayer en la reunión empezamos a echar el chal sobre si es mejor la torta de tamal o la de chilaquiles. ¡No llegamos a ningún lado pero estuvo rebueno!"
Es el arte de contar chismes o secretitos entre amigos, como cuando sueltas todo en confianza mientras te tomas un cafecito.
"Ayer nos pusimos a echar el chal sobre lo que pasó en la fiesta; no veas cómo corrían los rumores."
Es cuando te pones a platicar largo y tendido, casi de terapia, con algún amigo o amiga sobre la vida, amores y cualquier otra cosa.
"Compadre, ven pa' acá y vamos a echar el chal; necesito desahogarme de lo que pasó anoche."
Una forma relajada y amena de decir que te vas a poner a charlar largo y tendido con alguien, como cuando las comadres se sientan a platicar horas debajo del árbol.
"Después de la comida nos echamos el chal en la terraza; me contó todo sobre su nuevo amorío y terminamos llorando de risa."
Frase popular que significa tener una larga charla, cotilleo o plática intensa sobre cualquier tema con tus cuates.
"Anoche nos quedamos en la plaza echando el chal hasta que salió el sol. ¡Qué de historias, compa!"
Significa ponerse a platicar tranquilamente, muchas veces sin tiempo límite, con un café o agüita de por medio.
"Oye güey, después de la comida nos echamos el chal para ponernos al tanto de todo chismecito."
Se usa cuando vas a ponerte a chismear sabroso, a platicar largo y tendido de la vida ajena con las comadres o los compas. Normalmente es con cafecito, pan, agüita fresca o lo que caiga. Es como decir que vas a una sesión oficial de chisme, terapia y desahogo, todo en uno, y la neta sí se disfruta.
"No manches, ayer con la vecina nos quedamos hasta las dos de la mañana echando el chal en la banqueta, sacando todos los chismes de la cuadra bien a gusto"
Se dice cuando te quedas platicando a gusto, normalmente con chisme incluido, y la charla se alarga más de la cuenta. Es el plan clásico de comadres, vecinas o la banda: te sientas, sale el cafecito o unas carnitas y de pronto ya llevas horas echando el chal como si no existiera el reloj.
"Nos sentamos tantito a echar el chal y, cuando vimos, ya era noche: cafecito, pan dulce y el chisme de la vecina en modo telenovela."
Poner la carne al asador para chismear un buen rato con los amigos, como si no hubiera mañana.
"Oye güey, ven a mi casa y echamos el chal con unas chelas. Traigo un chisme buenísimo del vecino."
Se dice cuando quedas con la raza para irse a un lugar tranqui a platicar a gusto, ponerse al día y echar chisme sin prisas. No es ir de fiesta ni hacer algo serio, es nomás convivir, cotorrear y dejar que la tarde se vaya sola. Bien de Durango, de plan sencillo pero bien a gusto.
"Caile al parque al rato, traete unas papitas y nos echamos el chal, que traigo chisme fresquecito de la cuadra."
En Puebla se dice cuando te pones a platicar largo y tendido, sin prisa y con chisme incluido, de todo y de nada. Suele ser plan tranqui con amigas, cafecito, pan o lo que caiga, y se te va la tarde sin darte cuenta. Es básicamente sentarse a cotorrear sabroso.
"Salimos por un cafecito y acabamos en el zócalo echando el chal bien a gusto, con chisme, risas y pan dulce, hasta que se apagaron las luces y ya ni el camión pasaba."
Expresión utilizada para referirse a una buena sesión de chisme o a una plática larga y detallada, con toda la comadreada y sin prisas.
"¡Ayer me eché el chal con Lupita y me contó todo lo que pasó en la fiesta del sábado!"
Charlar o conversar tranquilamente, normalmente se hace para ponerse al día de los chismes del barrio.
"Oye, vecina, ¿te echo un chalito en la tarde? Tengo unos cuentos que ni te imaginas."
Se usa en Veracruz para hablar de cuando te sientas con la banda a chismear sabroso, sin prisa y con todo el detalle. Es el momento de soltar todo el chisme, desahogarse, reírse y ponerse al día de la vida de medio mundo. Básicamente es la versión costeña de la tertulia, pero con más sabor y más chismerío.
"Ayer fui a casa de mi comadre según a dejarle un topper y terminamos hasta la medianoche echando el chal con café, pan dulce y sacando los trapitos al sol del vecindario entero."
Expresión muy de San Luis Potosí que se usa cuando te vas a platicar largo y tendido con tus compas, casi siempre con cafecito, chela o lo que caiga. Es básicamente sentarse a chismear sabroso, a desahogarse y a reírse de la vida. Nada que ver con un chal de ropa, aunque a veces también se arma con frío y cobijita.
"Ya acabé la chamba, márcale a las morras y cáiganle al jardín, que hoy toca echar el chal con cafecito, pan dulce y todo el chisme bien sabroso del fin de semana"
Se usa cuando te sientas con alguien a platicar largo y tendido, casi siempre de chisme sabroso, anécdotas y detalles que no van a cambiar el mundo pero qué bien que entretienen. Es como armar una mini tertulia de confianza donde se suelta la lengua sin prisa. Y la neta, a veces es mejor que ir a terapia.
"Ayer me fui al cafecito con Mariana nomás a echar el chal y acabamos sacando todos los trapitos al sol de la vecindad, hasta los que ni sabíamos que existían"