En Querétaro se le dice así al que va de fino y de clase alta, medio mamón y bien presumido. Es el pijo local, el que habla de marcas, trae el gadget nuevo y se siente de otro planeta. Suele sonar burlón, no es precisamente un halago. Y sí, a veces hasta se les nota en la forma de caminar.
"No manches, ahí viene el fresón con su suétercito y su iPhone nuevo, cayendo a la peda en patineta eléctrica como si fuera pasarela."