En Corrientes y el Litoral, guacho es pibe, y guacho malo se dice para ese chabón medio atrevido, canchero y buscavidas que vive haciendo macanas. No es “malo” de villano, más bien un rebelde con picardía que se mete en quilombos y aun así cae simpático. Tiene su encanto, qué querés.
"Ahí viene el guacho malo del barrio, se coló en la bailanta, se afanó una empanada y encima le guiñó el ojo a la doña como si nada."