En Santander se usa para hablar del gentío y el desorden que se arma cuando todo el mundo sale al tiempo, sobre todo en la mañana. Trancón, buses pitando, gente corriendo, vendedores gritando y uno tratando de sobrevivir. Es como ver un montón de hormigas alborotadas, cada cual en su cuento. Muy bumangués y muy real.
"Parce, hoy me tocó cruzar Cabecera a las 7 y eso estaba en hormiguero: motos por todos lados, pitos a lo loco y yo con el tinto en la mano, rezando pa’ no llegar tarde."