Se dice cuando sales, muchas veces en domingo, a dar una vuelta sin plan fijo, como si fueras a misa pero en realidad acabas donde te lleve el cuerpo. Es ir a ver qué cae, pasear, asomarte por el centro y terminar de cañas. Muy de improvisar y dejarse liar, que también tiene su encanto.
"Es domingo y no hay nada que hacer, así que nos vamos de misa, damos una vuelta por el centro y a ver en qué bar acabamos con unas cañas."