Expresión yucateca para decir que alguien se fue en chinga, sin avisar y a toda velocidad. También se suelta cuando toca salir pitando de un apuro, tipo que ya te cacharon o que el semáforo cambió y tú ni lo pensaste. Es como decir me largo ya, pero con sabor de Mérida y prisa de campeonato.
"Sonó la alarma del súper y mi compa, sin voltear, agarró su mochila y dijo treinta y juera, y se fue corriendo como si lo persiguiera el diablo."