Se dice de la persona que se ofrece para todo y se mata trabajando, a veces más por ganas de quedar bien que porque haga falta. Es el típico voluntarioso que no sabe decir que no y termina cargándose la chamba de medio mundo. En Puno suena bien local, como si quisiera sacar agua del Titicaca a balde.
"Juan es bien jalacua, pues. Nadie le pidió nada y ya está barriendo la cancha, pintando las líneas y hasta recogiendo las botellas de todos."