Chompa
En Puno y en buena parte de los Andes, una chompa es un suéter o chaqueta de lana, de esas que abrigan de verdad cuando el frío del altiplano te corta la cara. No es tanto un look como un salvavidas para no andar tiritando. Si alguien te dice “ponte chompa”, haz caso y punto.
"Ya pues, ponte tu chompa, que en la plaza está soplando helado y luego andas moqueando todo el día, causa."
¡Achachaw!
Interjección bien andina, muy típica en el sur del Perú, para soltar un ¡qué fuerte! cuando algo te sorprende, te asusta o te deja loco. Vale para un susto, una noticia inesperada o algo que impresiona de verdad. Suena súper local y tiene ese saborcito que no te da un simple “wow”.
"¡Achachaw! ¿Viste el granizo? En dos minutos me dejó el patio blanco y mi chompa empapada, ni tiempo me dio de correr."
Sajracha
Apodo bien puneño para alguien travieso y picaresco, de esos que siempre están maquinando una y te la hacen con carita de yo no fui. Tiene ese toque de diablura andina, como de duendecillo del altiplano. Se usa más en confianza, para vacilar, no tanto como insulto pesado. Y sí, suele venir con risa y resignación.
"Ese sajracha de mi primo me cambió el cargador por uno roto y encima se hace el santo, ya pues, en Puno todos lo conocen."
Chocoque
Se le dice a la persona que vive chocando cosas, metiendo la pata o haciendo torpezas a cada rato. Es como llamarle patoso, pero con sabor bien puneño y medio en broma, no para humillar. Va perfecto cuando alguien rompe, derrama o se tropieza y encima todavía se hace el loco. Tiene su gracia, la verdad.
"Oe, chocoque, otra vez has botado la chicha en la mesa. Si sigues así, te voy a amarrar el vaso a la mano, pues."
Juyra
En Puno se le dice juyra a la persona que anda de metiche, fisgoneando y sacando chisme de todo, pero sin disimular ni un poquito. Es el típico que se asoma, pregunta de más y luego va a contarle a medio barrio. Vamos, un paparazzi casero con cero vergüenza y mucha curiosidad.
"Ya pues, Miguel, no seas tan juyra, deja de mirar la olla y ven a abanicar la parrilla que se está apagando."
Mover el totó
Se usa para decir que alguien se ponga a bailar con ganas, moviendo bien las caderas y el cuerpo, casi siempre en fiestas, carnavales o cuando suena una buena cumbia. Es una forma juguetona de hablar del baile, un poco picarona pero sin mala leche. Y hay que admitir que solo oírla ya dan ganas de pararse a mover el totó.
"Oye, ya deja de mirar el celular y ven a mover el totó, que la banda ya está tocando y la pista está que revienta de puro puneño zapateando."
Hora cholita
Forma medio en broma de hablar de la costumbre altiplánica de llegar tarde o tomarse el tiempo con calma, sobre todo en fiestas, reuniones o eventos. Es como decir que la hora oficial es una sugerencia y que aquí se arranca cuando la gente va cayendo. Cariñosa, pero ojo con usarla con desconocidos.
"Tranqui, la boda dice 4, pero es hora cholita, así que caemos 5 y pico con el regalito y listo."
Lonche
En Puno, lonche no es la lonchera ni el almuerzo. Es la merienda de la tarde o ya tirando a noche: un tecito o cafecito bien caliente, con pan, queso o lo que haya, para aguantar el frío y no llegar a la cena con el estómago cantando. Suena simple, pero salva vidas puneñas.
"Oye, causa, ¿te caes a la casa pa' el lonche? Mi viejita ya sacó el tecito y un pan con queso que está criminal."
Dar lata
Expresión usada cuando alguien no deja de molestar, fastidiar o hacer ruido. Como ese amigo que nunca se calla aunque le pongas un 'stop' enorme.
"¡Oye, Juan! No sigas dando lata con tus historias de extraterrestres, que ya te tenemos escuchado desde Puno hasta Lima, ¡qué pesado!"
Estar suertudo
Se dice de alguien que siempre tiene buena suerte o le suceden cosas favorables sin esfuerzo, como si tuviera una varita mágica.
"¡Ese Javi está suertudo! Se encontró 50 lucas en la calle justo cuando estaba seco de plata."
Un ratito, pe
Muletilla bien puneña para pedir que te esperen un momento. El pe es ese empujoncito típico del habla peruana, como un oye o pues, que suena cercano y medio mandón. Y lo mejor es la trampa: un ratito puede ser cinco minutos o lo que tarde en acabarse la fiesta. Puno maneja otros relojes.
"Espérame un ratito, pe, voy a saludar a mi tía y regreso al toque... ya tú sabes, cuando vuelva ya están sirviendo el caldo."
Achachay
Interjección muy usada en Puno y zonas andinas para quejarse del frío fuerte, de ese que cala hasta los huesos y te deja temblando. Se suelta cuando sales a la calle y el aire parece cuchillo. Viene del quechua y suena tan dramática que hasta da risa usarla, aunque estés tiritando como cuy en freezer.
"He salido sin chompa al mercado a las seis de la mañana, achachay, este frío puneño está más bravo que la mirada de mi vieja cuando llego tarde."
Ser un chacha
Se dice de alguien que le saca el lado divertido o cómico a todo, sin importar qué tan seria sea la situación.
"Ayer se fue la luz en pleno partido y Antonio, siendo un chacha como siempre, comenzó a imitar a los narradores. ¡Nos reímos hasta no poder más!"
Cieguito
Se le dice a alguien que está ciego para el coqueteo, o sea, que no pilla indirectas ni aunque se las pongan con letrero. No es que no vea, es que no entiende la jugada romántica. Suele usarse en tono de burla cariñosa cuando alguien se hace el sonso con señales claritas. Y sí, da risa verlo.
"Juan está bien cieguito, pues. La Rosita le cae con su cuchicanca todos los días y el pata sigue hablando del partido, como si nada."
Tinku
Se usa para hablar de un encuentro festivo con raíces andinas donde hay baile, música, competencia y hasta peleas rituales. No es cualquier reunión, es de esas que empiezan tranquilas y acaban intensas, con la gente sudando, gritando y celebrando a tope. Es tradición, desmadre controlado y orgullo cultural todo mezclado.
"Hoy hay Tinku en el pueblo, así que alístate porque vamos a bailar, ch’upamos un poco y seguro terminamos gritando en la plaza hasta que salga el sol, como buenos puneños locazos."
Ser como chulo de feria
Se usa para rajar con cariño de alguien que se ha producido demasiado, con ropa llamativa, perfume a kilómetros y actitud de pavito orgulloso. Es como ver esos coches tuneados de feria llenos de luces y música a todo volumen. No siempre es insulto grave, pero sí un toque de burla para bajarles un poco el ego.
"Mira a Marco, con saco brillante, lentes oscuros y cadena dorada en pleno mercado de Puno, está que posa por todos lados, parece chulo de feria buscando público para que lo aplaudan."
Pagar el pato
Cuando terminas llevándote la culpa o las consecuencias de algo que no era tu movida. Es como decir que te tocó bailar con la más fea.
"Estábamos jugando fútbol y rompieron una ventana, pero al final yo fui el que pagó el pato porque todos se hicieron humo."
¡Ya fuiste!
Se usa para decir que alguien ya está fregado, que la ha liado bonito o que la situación ya no tiene vuelta atrás. Es como avisar que ya no hay salvación, que ya se quemó todo el pan en la puerta del horno. Suena medio dramático, pero también tiene su gracia cuando se usa entre patas vacilando.
"Te quedaste dormido y perdiste el último bus a Juliaca, ya fuiste causa, ahora nomás te toca amanecerte en el terminal con tu frazadita."
Estar como disco rayado
Se le dice a alguien que está repitiendo lo mismo una y otra vez, pesado y sin soltar el tema, como un vinilo cuando se raya y se queda pegado en la misma parte. Sirve para cortar la cantaleta con humor, aunque también puede sonar medio picón si lo sueltas con mala leche.
"Ya pues, Ramiro, deja de estar como disco rayado con lo de la plata, que ya te dije que mañana te pago, no fastidies."
Pasar al otro lado
Forma medio poética y con humor de decir que alguien se murió o está por morirse. Es como hablar de cruzar una frontera, pero hacia el más allá, sin soltar la palabra muerte de frente. Se usa para suavizar la noticia o para bromear en confianza, con ese toque de drama ligero que da risa.
"Mi abuelo se mandó un trago de whisky del bueno y soltó: ya estoy calentando motores para pasar al otro lado, así que no me hagan renegar."
Calato
En Puno y en buena parte del Perú, calato es estar desnudo o en cueros, a veces medio en broma y a veces con vergüenza ajena. Es como decir andar en pelotas, pero con sabor bien peruano. Se usa para personas y también para decir que alguien se quedó sin nada, tipo sin plata.
"¡No pases todavía, causa! Mi primo está calato saliendo de la ducha y encima se olvidó la toalla, qué roche."
Al toque nomás
Se dice para prometer que algo es ya, en plan inmediato, sin vueltas. Es como un ahora mismo, pero con ese toque andino de que igual se demora un pelín y nadie se estresa. Sirve para calmar al otro y dejar claro que lo estás haciendo, solo que a tu ritmo.
"Ahorita te paso el vuelto, al toque nomás, causa. No te me achicopales, que el frío puneño ya hace suficiente drama."
Jalacua
Se dice de la persona que se ofrece para todo y se mata trabajando, a veces más por ganas de quedar bien que porque haga falta. Es el típico voluntarioso que no sabe decir que no y termina cargándose la chamba de medio mundo. En Puno suena bien local, como si quisiera sacar agua del Titicaca a balde.
"Juan es bien jalacua, pues. Nadie le pidió nada y ya está barriendo la cancha, pintando las líneas y hasta recogiendo las botellas de todos."
Estar pintao
Se dice cuando alguien o algo destaca mucho, es llamativo y todos le prestan atención por ser único.
"¡Ese chaleco colorido que lleva Hugo está pintao! Todo el mundo en la fiesta no deja de mirarlo."
Friaje
En Perú, el friaje es ese bajón de temperatura que llega de golpe y te deja tieso, sobre todo en zonas altas o cuando el clima se pone bravo. No es un fresquito cualquiera, es frío intenso, con viento y a veces hasta llovizna. Vamos, que te obliga a sacar la chompa y a buscar matecito.
"Apura, causa, ponte doble chompa y gorro, que hoy cae un friaje bravo y mañana amanecemos como pingüinos en la plaza."
Jawsa
En Puno se usa jawsa para hablar del amigo flojo, medio enfermizo o siempre quejoso, ese que parece que se desarma con solo subir una grada. Puede ser medio insulto cariñoso, como decirle delicado o debilucho al colega que siempre está resfriado o tirado en la cama. Y hay que admitir que tiene su gracia cuando se lo sueltan entre patas.
"Oye, no seas tan jawsa, causa, deja de tirarte en la cama con tu frazada de alpaca y ven a la fiesta, que ya están repartiendo chelas y tú sigues ahí como cuy con frío."
Harto
En Puno y en buena parte del Perú, harto se usa como intensificador para decir mucho, un montón, en cantidad o en grado. Vale para cosas contables y no contables, y suena bien de calle. No es que sea “demasiado” siempre, es más bien un “bastante” tirando a bestia. Y sí, engancha.
"Hace un frío bravo en Puno, así que me voy a poner hartas chompas y mi gorrito, porque si no, quedo tieso en la esquina."
Ch'allar
Es un acto ceremonial muy típico del altiplano que consiste en echar un poco de bebida al suelo para agradecer y honrar a la Pachamama antes de beber uno mismo. Es como un brindis ancestral con mucho respeto y cariño a la tierra. Y la verdad, tiene su magia, porque convierte cualquier chelita en ritual sagrado.
"Ya pues, antes de empinar la chela ch'alla un poquito pa' la Pachamama, no seas malagradecido, que gracias a ella tienes hasta el six pack bien heladito."
Jamma
En Puno se dice que algo está jamma cuando una prenda te queda brutal y encima está a la moda. Se usa sobre todo para ropa, para soltarle flores a alguien que va bien vestido, como de fiesta grande o de foto. Es un piropo de outfit, de esos que te suben el ego al toque.
"¡Wawita! Con ese poncho y tu sombrerito estás bien jamma, ya pareces lista pa’ la fiesta de San Juan."
Gaviotear
En Puno se dice cuando sales a buscar plan como sea, yendo de un lado a otro a ver dónde hay fiesta, trago o comida, aunque no te hayan invitado. Es como hacer de gaviota, picoteando donde se pueda y cayendo parado. Suena medio fresco, pero también tiene su gracia si lo dices en broma.
"Salimos a gaviotear dizque un ratito y terminamos en un quince con orquesta, torta y hasta brindis. Nadie nos conocía, pero igual nos hicimos los sobrinos y listo."
Juntucha
En Puno, juntucha es esa “quedada” medio informal que se promete con ganas, pero que a veces se queda en puro floro. Sirve para decir que van a juntarse con la gente, armar plan, conversar o hacer algo, aunque luego se enfríe. La intención vale, y el compromiso es flexible. Bien de barrio, bien real.
"Ya pe causa, hacemos la juntucha el sábado y armamos el fulbito, aunque sea un ratito, porque siempre se nos enfría el plan."