Interjección bien andina, muy típica en el sur del Perú, para soltar un ¡qué fuerte! cuando algo te sorprende, te asusta o te deja loco. Vale para un susto, una noticia inesperada o algo que impresiona de verdad. Suena súper local y tiene ese saborcito que no te da un simple “wow”.
"¡Achachaw! ¿Viste el granizo? En dos minutos me dejó el patio blanco y mi chompa empapada, ni tiempo me dio de correr."