Se le dice a la persona que vive chocando cosas, metiendo la pata o haciendo torpezas a cada rato. Es como llamarle patoso, pero con sabor bien puneño y medio en broma, no para humillar. Va perfecto cuando alguien rompe, derrama o se tropieza y encima todavía se hace el loco. Tiene su gracia, la verdad.
"Oe, chocoque, otra vez has botado la chicha en la mesa. Si sigues así, te voy a amarrar el vaso a la mano, pues."