En Venezuela, lacear es echar labia para enamorar o levantar a alguien, como si lo fueras enlazando con palabras. Es coquetear con maña, piropos y cuento, buscando que la otra persona caiga redondita. No siempre es serio, a veces es puro vacilón de fiesta. Si el pana es intenso, también puede sonar medio fastidioso.
"Chama, mira a Juan: no ha llegado y ya está laceando a medio mundo con ese cuento del “poeta”, y todos muertos de risa en la fiesta."