En Apurímac se dice llamaraca a la persona que se la pasa alardeando, presumiendo y metiendo floro para quedar como importante. Es el típico que quiere impresionar a toda costa, pero al final es puro aire y da un poquito de roche. Se usa medio en burla, para bajarle el humo a alguien.
"Ya llegó el Luicho, ese llamaraca, contando que es pata del alcalde y que lo invitan a todo. Nadie le cree, pero igual mete floro como si nada."