Diminutivo bien cariñoso y juguetón para hablar de la lonchera o vianda con el almuerzo, típico del sur de Colombia. En Nariño todo el mundo sabe que salir sin el lonchi es casi pecado, porque ahí va el arrocito, el huevito, el ají y todo el amor de la casa. Y la verdad, suena tan tierno que dan ganas de llevar dos.
"Ñaño, no se vaya a olvidar del lonchi, que después en la oficina anda todo amargado sin su arrocito con ají y la presa bien jugosita."