En Granada se dice de alguien que tiene un genio seco y una retranca muy suya. No es solo estar de mala leche, es soltar el comentario borde con ironía y cara de póker, como si te estuviera haciendo un favor por respirar. Puede ser gracioso si hay confianza, pero si no, te deja planchado.
"Le dije a mi primo que llegaba tarde y me suelta: Perfecto, así me da tiempo a aburrirme a gusto, vaya malafollá tiene el nota."