Se usa cuando alguien es tan terco que no cambia de opinión ni a punta de pruebas, regaños o dramas familiares. La persona se planta en su idea y no la suelta por nada del mundo, así todos alrededor le digan que está equivocada. Es como decir que es bien cabeza dura, pero con un toque clásico que suena hasta elegante.
"Mi abuelita se mantiene en sus trece y dice que el arequipe casero del Quindío es el mejor del mundo, así le lleven postres finos, helados caros y hasta recetas de chefs famosos."