Se usa para hablar de algo muy sucio, guarro o hecho con un cuidado nulo, ya sea un trabajo chapucero, una comida malísima o un lío que deja todo perdido. También puede referirse a una guarrada en plan comportamiento feo. Es de esas palabras que suenan fuerte y, admitámoslo, a veces hace gracia soltarla.
"Tú ves la cocina de mi piso de estudiantes y flipas, entre las sartenes negras y la nevera mutante aquello es una marranada histórica, ni el KH-7 se atreve a entrar"