Forma muy común y medio burlona de referirse a un chavo joven, casi siempre cuando se le nota lo inmaduro o lo inocente. Se usa entre familia, compas o mayores hablando de los más chicos, a veces con cariño y a veces para bajarle tantito el ego. Es como recordarle que todavía está verde, aunque le duela tantito la verdad.
"Ya cálmate, morrillo, si apenas sabes prender la compu y ya quieres andar de hacker tumbando cuentas de Facebook ajenas."
Palabra bien michoacana para hablar de un niño, casi siempre chamaco inquieto que no para de hacer travesuras con los cuates en la cuadra. Suena cariñoso, pero también deja claro que el morrillo trae pila para rato y que más de uno ya está pensando en regañarlo, aunque en el fondo les dé risa.
"No manches, el morrillo del vecino ya le echó agua a los frijoles, pintó al perro de verde y todavía anda corriendo por la azotea bien campante"