En Trujillo se dice chicoma cuando alguien está medio borracho, ya entonadito, pero todavía se puede parar y conversar sin hacer el ridículo total. Es como estar tibio, con la risa fácil y la lengua un poco suelta. Dicen que viene de chico mal, y la verdad es que le calza perfecto al estado ese entre sobrio y hecho trapo.
"Después de varias chelas en la peña, Luis ya estaba chicoma, se creía salsero profesional y terminó zapateando con la escoba en medio de la sala."