Se usa para bajarle los humos a alguien que está exagerando, inventando cosas o tirando mucha labia. Es como decir cuidado que este man se está columpiando duro con lo que dice. Sirve tanto para advertir que no le crean mucho como para vacilarlo un poco. Y la verdad es que suena tan raro que hasta da risa.
"El man salió diciendo que tenía tres mansiones en Miami y un yate en Cartagena. Ojo, columpión, ese cuento está más inflado que buñuelo en diciembre."