Se dice cuando te das un capricho bien merecido, normalmente gastando pasta en algo que te hace ilusión o dándote un homenaje de los buenos. Es como decir me lo he ganado, así que hoy no miro el precio. Muy de Madrid y muy de ponerse fino sin remordimientos.
"Llevo toda la semana a tope, así que el sábado me pego un regalo, me pillo esos zapatos y luego caen unas bravas con caña, como Dios manda."