Se usa cuando la única opción sensata es rajar de ahí a toda velocidad, ya sea por peligro real o porque la situación se puso tan incómoda que no da para quedarse. Es como decir que lo mejor es confiar en las piernas y salir disparado. En Neuquén aplica para quilombos, exs intensos y asados que se prenden fuego.
"Estábamos en el boliche tranqui y de repente cayó mi ex con el nuevo, todos re tensos y yo directo para la salida pensando: piernas, ¿para qué las quiero?"