Expresión muy de la tierrita para decir que alguien se está esforzando a fondo en un trabajo, casi que se deja la vida ahí. Es meterle ganas, sudor y berraquera a lo que se está haciendo, sin flojera ni excusas. Suena chistoso, pero cuando alguien le pone el ombligo a algo, es porque va con toda y sin miedo al cansancio.
"Mire a ese parcero allá en el cafetal, lleva desde las cinco poniéndole el ombligo al desyerbe y ni se ha parado a tomarse un tintico"