Piropo bien de calle para decir que alguien está muy bueno o muy buena, como si fuera un corte de asado que te guiña el ojo desde la parrilla. Es medio bestia, sí, pero se usa en plan halago y con humor. Si lo tirás en confianza, entra. Si no, quedás como un goma.
"¿Viste al nuevo profe de historia? ¡Qué carne! Ahora sí me siento motivado para rendir el parcial, che."