Se suelta cuando algo sienta tan bien que parece que te han puesto un spa en el alma. Puede ser comer, dormir, tirarte en el sofá o que por fin se calle el vecino pesado. Es como decir que estás en la gloria, a gustísimo. Y oye, cuando lo dices de verdad se nota en la cara.
"He salido del curro, me he tirado la siesta de dos horas con el ventilador a tope y sin llamadas del jefe... qué gloria, colega, así sí da gusto vivir."