Expresión bien cortante para parar en seco un “¿por qué?” o cualquier excusa. Es como decir: no me vengas con razones, ya está decidido y punto. Se suelta cuando alguien insiste demasiado y tú no vas a dar explicaciones, porque no te da la gana o porque ya no hay vuelta atrás. Y sí, suena a portazo verbal.
"Pero mamá, ¿por qué no vamos a la fiesta? ¡Qué porque ni qué nada! Hoy nos quedamos en la casa, cafecito y novela, y el que joda lava los platos."