Aventurao

Se le dice al que se manda sin pensarlo mucho, de esos que prefieren la adrenalina del momento a la seguridad de lo conocido. Es el que no le hace ascos a nada, se mete en cualquier plan y luego mira a ver cómo sale. Puede sonar a piropo o a regaño, según el susto que te pegue.

"Ese Manolo es re aventurao, ayer se fue pa' la plaza y se mandó una arepa con hueco sin preguntar ni qué era, como si nada."

Dar papaya

Es cuando te confías demasiado o te expones de forma innecesaria, y al final te la lían fácilmente. ¡Nunca des papaya en la calle, parcero!

"Luis dejó su billetera en la mesa del café y se fue al baño. Le dije: 'Hermano, no des papaya así, que luego te roban el sueldo'."

Hacer la novela

Se dice cuando alguien se pone dramático de más, exagera un problema o arma un show como si estuviera actuando en una telenovela. Es esa persona que convierte un dolorcito en tragedia nacional y busca que todo el mundo le pare bolas. Va con tono de burla, pero sin tanta mala leche.

"Deje la novela, mijo: por un raspón ya está pidiendo ambulancia y llamando a la tía para que rece."

Ir a la plaza

En Cauca se dice cuando vas al mercado del pueblo, pero muchas veces es la excusa perfecta para pegarse la rodada: tomarse un champús, comer algo rico, comprar dos bobadas y, de paso, enterarse de todo el chisme. No siempre es literal, a veces significa salir a dar una vuelta y socializar un rato.

"Voy a ir a la plaza un momentico y ya vuelvo. Mentira, me quedo tomando champús, mirando puestos y oyendo el chisme hasta que me dé hambre."

Pelar el cobre

Expresión que se usa para describir cuando alguien deja ver su lado menos amigable o más auténtico, especialmente en momentos de enojo.

"Cuando le mojaron los zapatos nuevos, Juan peló el cobre y gritó al cielo como si fuera una telenovela."

Dar papaya

Se usa para decir que alguien se está exponiendo de más y dejando todo servido para que le pase algo malo, desde un robo hasta que se aprovechen de él. Es como decir que está regalado, que se está descuidando feo. En Colombia es casi una ley de vida: no dar papaya, porque si la das, alguien la agarra.

"Parce, si vas con el sueldo en efectivo en el bolsillo de atrás en pleno centro a medianoche, estás dando papaya durísimo, luego no llores si te dejan sin un peso."

Perreriar

En el Cauca, perreriar es soltarse la melena y salir a rumbear sin remordimiento, como cuando te haces el loco con las tareas, el trabajo o cualquier responsabilidad. Es irse de fiesta a lo intenso, con calle y sin plan serio, solo música, trago y desorden sabroso. No es muy fino, pero qué bien suena.

"Parce, hoy no hago ni una tarea, me voy a perreriar. Le dije chao al profe y caí donde los panas a darle duro a la rumba hasta que amanezca."

Quebrarse

En el Cauca se dice cuando alguien se revienta, se agota o se rinde por el cansancio o la presión. Es como admitir que ya no das más y te toca parar, porque el cuerpo o la cabeza dijeron basta. No es que te partas de verdad, pero casi. Muy de faena dura y día pesado.

"Nos fuimos a sembrar papa desde temprano y a media tarde Juan se quebró, se sentó en la orilla del surco y dijo que ya no daba pa’ más."

Guarapo

En el Cauca le dicen guarapo a una bebida casera hecha con jugo de caña de azúcar que se deja fermentar. Puede salir suavecito o pegar durísimo, según quién lo prepare y cuánto lo dejen. Es típico en el campo y en parrandas, y si te confías, te tumba sin avisar. Rica, pero traicionera.

"Trajeron una garrafa de guarapo y ya el primo anda cantando despechado, la tía bailando pegadito y yo viendo doble, pero firme hasta que amanezca."

Quedarse huerto

Se dice cuando alguien se queda sin un peso, pelado de plata, después de gastar de más o de que le salga un chasco. Es como quedar en ceros, sin para el bus ni pa' un tinto. La imagen es buena: un huerto vacío, sin nada que recoger. Duele, pero pasa.

"Parce, entre la rumba, el taxi y la empanada de madrugada, me quedé huerto, hoy me toca fiar el tinto y caminar."

Tejo

En el Cauca, tejo se usa para hablar de una bici vieja y medio hecha polvo, de esas que chillan, se aflojan solas y aun así te sacan del apuro. No es precisamente una bici fina, pero sirve para ir al pueblo, al trabajo o a la tienda por lo básico. Fea, sí. Fiel, también.

"Parce, ese tejo ya va pidiendo jubilación, se le sale la cadena cada dos cuadras y ni frena. Igual súbase, que toca bajar al pueblo por el arroz."

Vitrola

En el Cauca se le dice vitrola a la persona que no para de hablar y repite lo mismo una y otra vez, como disco rayado. Sirve para vacilar al que se pega del cuento, mete chisme y no suelta el tema ni pa’ respirar. No es el insulto más pesado, pero sí deja claro que ya cansó.

"Parce, John anda re vitrola hoy, me tuvo como una hora con el mismo cuento del vecino y yo ya ni sabía dónde meterme."

Echar lora

Se dice cuando alguien se pone a hablar y hablar, echando cuento o metiendo carreta, a veces puro chisme. También puede ser armar bulla por algo mínimo, como un loro que no se calla. En Cauca suena bien de barrio y sirve para cortar a la gente intensa con cariño, o con fastidio.

"Ve, dejá de echar lora con lo de la loza, si fue un plato y ya estás haciendo bulla como si se hubiera caído la casa."

Estar forrado

Se dice de alguien que tiene muchísimo dinero, como si nadara en billetes. Hasta su perro lleva collar de oro.

"Ese man desde que montó su negocio anda forrado; hasta su cafecito lo toma con champaña."

Muralear

Verbo callejero para decir que te vas a pasar el día haciendo murales o metido en el plan de graffiti: buscar pared, bocetar, tirar color y dejar la firma del parche. A veces es arte serio y otras es solo parchar entre latas y fotos para el Instagram. Si te gusta el aerosol, esto es tu paseo.

"Parce, caigamos a muralear el sábado en el parque, yo llevo las latas y usted la escalera. De una dejamos esa pared toda brutal y nos parchamos con la gente del combo."

Dulce de caña

Piropo bien meloso para decir que alguien te parece muy lindo, agradable o que tiene un encanto que engancha. Es como llamarle “un amor”, pero con sabor a caña y a pueblo. Se suelta con cariño, a veces con coqueteo suave, y suele ir con sonrisa y mirada cómplice.

"Vea pues, ahí viene Lina con esa risa. Esa pelada es un dulce de caña, uno la ve y se le arregla el día de una."

Tirar trapo

Se dice cuando alguien se pone en plan conquista y empieza a coquetear sin disimulo, tirando indirectas, miraditas y labia para ver si la otra persona copia. Suele salir en fiestas, en la esquina o por chat, cuando ya se nota la intención. No garantiza éxito, pero el intento va con toda la actitud.

"En la rumba de Popayán, Juan se la pasó tirándole trapo a Ana con miraditas y cuento, pero ella solo se rió, siguió bailando y lo dejó en visto."

Siga derecho

Se usa para decirle a alguien que siga de largo y no se detenga, ya sea caminando, manejando o hablando. En charla sirve para cortar la vuelta y pedir que vaya al punto, sin tanta novela ni relleno. Suena firme pero no necesariamente grosero, como un: dale, sin miedo, siga.

"Juan ya iba por la historia del perro, la abuela y el aguacate, y yo: siga derecho, mijo, que aquí vinimos fue por el chisme bueno."

¡Qué porque ni qué nada!

Expresión bien cortante para parar en seco un “¿por qué?” o cualquier excusa. Es como decir: no me vengas con razones, ya está decidido y punto. Se suelta cuando alguien insiste demasiado y tú no vas a dar explicaciones, porque no te da la gana o porque ya no hay vuelta atrás. Y sí, suena a portazo verbal.

"Pero mamá, ¿por qué no vamos a la fiesta? ¡Qué porque ni qué nada! Hoy nos quedamos en la casa, cafecito y novela, y el que joda lava los platos."

Efecto tamalito

Dicho en broma cuando te metes tanta comida, sobre todo tamal caucano, que quedas pesado y lento, como si en vez de caminar fueras rodando. Se usa para hablar de un atracón rico que te deja en modo sofá, con la barriga feliz y cero ganas de moverte. No es ciencia, es pura gula sabrosa.

"Parce, me bajé dos tamales con ají y ahora tengo efecto tamalito, quedé tieso en el sofá y ni pa' pararme por agua."

Emparrandar

Verbo bien fiestero para decir que te vas a pegar una parranda sin freno. Es salir a beber, bailar, cantar y alargar la noche hasta que el cuerpo diga basta. Se usa cuando el plan no es una cervecita tranquila, sino desorden sabroso, música a todo volumen y amanecer con ojeras.

"Este finde nos vamos a emparrandar en la finca de Juanito, lleve guaro y parlante porque eso se va a prender duro y los vecinos van a quedar bravos."

Estar amañado

Se dice cuando alguien está muy a gusto y cómodo en un lugar, tanto que no se movería ni aunque le pagaran.

"Hermano, desde que llegaste al Cauca te veo más contento. Estás amañado acá, ¿cierto?"

Estar en la juega

Se dice de alguien que está súper enterado, tiene todos los contactos y está al tanto de todo lo 'fresh' que pasa.

"¿Viste a Juanjo? Ese man siempre está en la juega, conoce a todo el mundo y sabe qué se cocina en cada parche."

Quedar chirlado

Expresión usada para decir que alguien queda todo confundido, aturdido o medio ido después de algo que lo deja loco, ya sea una noticia, un susto o una sorpresa muy brava. Es como si la cabeza se le apagara un ratico y no supiera ni qué decir ni para dónde mirar, y la verdad suena bastante gracioso.

"Al profe le dijeron que la rectoría venía a la clase y el man quedó chirlado, se le olvidó hasta cómo se llamaba y empezó a explicar el tema equivocado todo nervioso."

Mina a mili

Se dice cuando algo se descontrola y pasa de tranqui a intenso en dos segundos. Un plan que pintaba suave y termina vuelto un mierdero, con adrenalina, sorpresas y todo el mundo alborotado. También vale para situaciones que se ponen pesadas o peligrosas de golpe. Es bien de calle y suena a alerta: ojo, esto ya se fue a mil.

"Íbamos a tomar una pola relajados y eso se volvió mina a mili, llegó medio barrio, pusieron reguetón duro y terminamos pidiendo empanadas a las 4."

Echar el cuento

Se dice cuando alguien se pone a hablar bonito para enamorar, convencer o sacar ventaja, metiendo carreta con una historia bien armada. Es la labia en modo turbo, con promesas, piropos y mucha seguridad, aunque a veces sea puro cuento. En el Cauca se oye para el que conquista o vende humo con estilo.

"Ese man se puso a echar el cuento en la tienda y salió con fiado, ñapa y hasta el número de la cajera, todo con esa labia brava."

Arrozudo

En el Cauca se le dice a alguien con una suerte descarada, de esos que caen parados siempre y les salen planes, premios o favores sin mover un dedo. Es como tener imán para lo bueno, tipo llegar de último y aun así quedar en primera fila. Da un poquito de envidia, pero también risa.

"Ese man es re arrozudo, llegó cuando ya no había boletas y aun así lo metieron VIP, le dieron silla al frente y hasta le regalaron el postre."

Picar el ojo

Se dice cuando le haces un guiño a alguien con intención de coquetear, como tirando la indirecta con la mirada. Es ese gesto rápido de complicidad que puede significar desde me gustas hasta tranqui, yo me encargo. En Cauca se usa mucho en plan juguetón, pero ojo, que si no hay confianza puede sonar medio atrevido.

"En la fiesta, apenas llegó mi crush, le piqué el ojo desde la otra esquina y el man se rió, se me acercó y me dijo que ya me había pillado la vuelta."

camellar

En el sur de Colombia se usa para decir trabajar, normalmente un montón y sin parar. Es como “currar” pero con sabor bien colombiano, y casi siempre suena a que te tocó duro, con estrés y poco descanso. Viene de la idea del camello cargando peso, así que ya te imaginas el panorama.

"Parce, esta semana me tocó camellar durísimo pa’ cuadrar el arriendo y las deudas, y el domingo solo alcancé a dormir un ratico y ya."

Pegarla del pozo

Se usa para hablar de alguien que siempre sale perdiendo, como si la mala suerte lo persiguiera a todas partes. Es el típico que hace una vuelta sencilla y vuelve con un problema nuevo. En Cauca se suelta cuando la persona vive metida en enredos, deudas o chascos. Y la verdad, da risa pero también un poquito de pesar.

"Ese man fue a comprar solo una gaseosa y terminó pegándola del pozo, le chocaron la moto, perdió la plata y hasta lo regañó la mamá por llegar tarde."

Dejar el cuero

Se dice cuando te has matado trabajando o haciendo algo y acabas reventado, sin una gota de energía, como si hubieras dejado la piel en el sitio. Vale para el camello, el estudio o una jornada pesada. Suena bien de campo y de sudor, de esos días que te dejan molido de verdad.

"Parce, hoy en la finca nos tocó cargar bultos como locos y quedé vuelto nada. Llegué a la casa y dije: Ma, hoy sí dejé el cuero allá, no me pidás ni que prenda el fogón."

Echar plomo

En el Cauca se dice cuando alguien se pone intenso y no suelta el tema, como disparando palabras sin parar. Es esa cantaleta que te taladra la cabeza: quejadera, reclamo o sermón eterno. También puede sonar a amenaza según el tono, así que ojo con el contexto. Pero bien usado, describe perfecto al que no deja vivir.

"Parce, mi hermana está echando plomo desde temprano por los zapatos, ya revisó hasta la nevera. Yo solo quería desayunar tranquilo y me tiene a punta de cantaleta."

Llenarse la jeta

Comer de manera descontrolada, cuando alguien se atiborra y no deja ni las migas.

"¡Ve, marica! Deja algo de la pizza, no seas egoísta llenándote la jeta así."

Apachurrarse

En el Cauca se dice cuando alguien se queda bajoneado, triste o sin ganas, como si la vida lo hubiera apachurrado a uno contra el piso. Sirve para hablar de un desánimo bien humano, de esos que te quitan el brillo. No es drama eterno, es más bien estar de capa caída y sin pilas.

"Se me dañó el celu en plena rumba y me apachurré feísimo, parce. Ni el cafecito del abuelo ni una empanadita me devolvieron las ganas de nada."

Estar apercollao

Se dice cuando alguien anda tenso, rígido o todo nervioso, como si tuviera el cuerpo amarrado. Puede ser por estrés, por preocupación o porque está metido en un lío grande y no sabe ni pa’ dónde coger. Es muy de hablarlo en la calle, y pinta perfecto a la persona que no se relaja ni a palo.

"Desde que Pedro perdió la billetera anda apercollao, mirando pa’ todos lados, como si debiera plata y la suegra ya lo tuviera fichado."

Quedar como guanábana

Se dice cuando quedas hecho polvo y medio ido, como aturdido, confundido o con la cabeza en modo gelatina. Puede ser por trasnochar, por el guayabo, por un golpe o por tanta rumba que ya ni hilas una idea. La imagen de la guanábana es esa, blandita y desbaratada. Suena chistoso y pega duro.

"Parce, anoche me fui de rumba hasta las mil y hoy en la reunión quedé como guanábana, mirando la pantalla sin entender ni cinco."

Enchancletado

Se dice de alguien que va en plan súper relajado, casi como si viviera en vacaciones. Suele ir en chanclas, sin afán, y con cero estrés por el qué dirán. No es insulto, más bien una forma de decir que anda en modo chill, como hippie criollo, disfrutando la vida a su ritmo.

"Desde que Juan se fue pa Silvia, vive enchancletado, en chanclas todo el día, tomando tinto en la plaza y saludando a todo el mundo como si nada."

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