Se dice cuando alguien se pone dramático de más, exagera un problema o arma un show como si estuviera actuando en una telenovela. Es esa persona que convierte un dolorcito en tragedia nacional y busca que todo el mundo le pare bolas. Va con tono de burla, pero sin tanta mala leche.
"Deje la novela, mijo: por un raspón ya está pidiendo ambulancia y llamando a la tía para que rece."