Se usa cuando alguien está sin ni uno, más seco que lengua de loro, esperando que llegue el día de pago para revivir. Andar a yodo es estar quebrado, sin plata para nada, ni para la micro ni para una chela. Es de esas frases que duelen pero dan risa, porque todos hemos pasado por ahí.
"Compadre, ando a yodo hasta fin de mes, si no me fían en el almacén voy a terminar almorzando aire con ensalada de nada."
Se usa en el Biobío para decir que alguien anda apuradísimo, corriendo de un lado para otro como si todo fuera urgente. Es ese estado en que no te alcanza el día, andas con la cabeza a mil y apenas te da el tiempo para respirar. Y sí, suena chistoso, pero cuando andas a yodo de verdad no tiene ni una gracia.
"Hermano, desde que empezó el mes ando a yodo entre la pega, los cabros chicos y los trámites, si me llamai mejor mándame un WhatsApp porque no paro nunca."