Dicho en broma cuando te metes tanta comida, sobre todo tamal caucano, que quedas pesado y lento, como si en vez de caminar fueras rodando. Se usa para hablar de un atracón rico que te deja en modo sofá, con la barriga feliz y cero ganas de moverte. No es ciencia, es pura gula sabrosa.
"Parce, me bajé dos tamales con ají y ahora tengo efecto tamalito, quedé tieso en el sofá y ni pa' pararme por agua."