Se dice cuando ya no queda de otra y decides sacar tus ahorros, normalmente los que tenías guardados en la alcancía, el típico puerquito. Es como admitir: hoy toca romper el guardadito para un gasto especial o una emergencia. Suena muy de casa, muy de mamá, y sí, duele un poquito.
"Ya se descompuso la moto y el mecánico no fía, ni modo. Hoy sí voy a quebrar el cochinito para que no me agarre el lunes a pata."