Se dice cuando alguien se queda pegado con una idea, un drama o una escena mental y no suelta el tema. Como que se arma su propia película en la cabeza y la repite en loop, dándole mil vueltas a lo mismo. Muy chilena, bien de pega y cahuín, y a veces sirve para decirle a alguien que baje un cambio.
"Hermano, fue un comentario nomás en la pega y tú ya te quedaste con la película, dale, suelta el cahuín y vámonos por unas sopaipillas."