En Durango, una ranchera no es solo la rola que suena en la peda, también es la morra que se rifa en todo lo del rancho. Sabe ordeñar vacas, hacer queso, echar tortillas al comal y manejar la troca como si nada. Básicamente es la jefa del rancho, y la neta se le respeta un chorro.
"No hombre, la Chayo es bien ranchera, anda cuidando las vacas, haciendo tortillas y todavía le alcanza pa' irse al baile en la noche bien arreglada."