Se le dice a alguien que está llenito, entrado en carnes o medio robusto, normalmente en plan carrilla con cariño, no para humillar. Es de esas palabras que te suelta la familia mientras te sirve otra tortilla y tú ni cómo defenderte. Ojo con el tono, porque en boca ajena sí puede sonar pesado.
"Ya, ya, tascolote, suelta el plato de carnitas y deja tantito para los demás, que ni has terminado y ya vas por la tercera tortilla."