Forma vacilona de decir que alguien ya está entradito en años, pero sigue con la energía de un chamo y no suelta la rumba ni a palo. Se usa para picar con cariño a ese pana que se cree de veinte, se lanza al perreo, trasnocha y al día siguiente igual aparece fresco. Tiene su gracia.
"Marico, tu tío anda en tercera edad a la birubiru: se fue pa' la rumba, perreó reggaetón hasta tarde y hoy llegó al trabajo como si nada, con cafecito y todo."