Se dice cuando alguien esquiva la siesta con una habilidad casi artística, como si se creyera torero del sueño. En vez de tirarse un rato a la cama, se queda boludeando con el mate, la guitarreada o cualquier plan que pinte. Es como desafiar al cansancio a duelo, aunque después ande hecho un zombie, pero con onda.

"Che culiau, dejá de torear la siesta, que después a la tarde estás hecho bolsa y ni para tocar la viola servís."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!