Se dice de alguien que anda prendidísimo, con un entusiasmo que se le sale por los poros. Como si trajera el anafre al rojo vivo: no para, habla rápido, trae mil planes y contagia la pila. Puede ser por una buena noticia, por enamorado o nomás porque amaneció con todo. Bien mexa y bien gráfica.
"Desde que le dijeron que sí al crédito, el vato trae el anafre encendido: ya anda viendo sala, pantalla gigante y hasta quiere invitar las chelas a toda la banda."