En Cuba se usa para hablar de una mentira bien gorda, una promesa inflada o un cuento que nadie con dos dedos de frente se cree. Es como decir que te están vendiendo humo con mucha labia y cero intención de cumplir. A veces da risa, pero también quema cuando te das cuenta del paquete que te metieron.
"El tipo me juró que en dos semanas me tenía el carro como nuevo y mira, tres meses después sigue en el taller, eso fue tremendo paquete que me comí."
En Cuba se usa para señalar una mentira gorda, un cuento inflado o un chisme que no se lo cree ni el que lo está diciendo. Es como cuando alguien se pone creativo y arma una historia espectacular pero sin una pizca de verdad. Básicamente, es decir que lo que cuenta esa persona es puro paquete y da hasta risa.
"Asere, dice el vecino que tiene un Ferrari guardado en casa de la tía en Miami, tremendo paquete, si no tiene ni pa' la guagua."