Verbo usado para hablar de hacer trueque, intercambiar cosas o favores sin plata de por medio, muy a la onda del interior catamarqueño. Puede ser cambiar comida casera, herramientas o hasta una mano con el auto por otra ayuda. Es como volver al mercado medieval, pero con mate, tonada norteña y chusmerío de barrio incluido.
"No tengo un mango para el súper, así que voy a truequiar unas empanadas caseras por vino patero con el vecino del fondo, que siempre se prende a la movida."