Se dice cuando alguien anda con una energía brutal, emocionadísimo o acelerado, como si estuviera en modo fiesta sin razón. Puede ser por café, música, buenas noticias o porque sí. En Miranda suena bien callejero y a veces lleva un puntito de burla, tipo: bájale dos, que vienes pasado de revoluciones.
"Le dijeron que hoy pagan el bono y el pana llegó a la oficina vibrando con pepa, cantando salsa y chocando manos como si hubiera ganado la lotería."