Se usa para bardear con cariño a alguien que tomó tanto mate que ya no le corre sangre, le corre agua con yerba. Anda hiperactivo pero a la vez medio zombi, con la mirada perdida y el termo pegado a la mano. Es como decir que está pasado de mates, y la verdad es que a todos nos pasó alguna vez.
"Amigo, aflojá con el mate, estás tan yerbimeado que saludaste al perro pensando que era el colectivero y casi te subís al lavarropas."