En Córdoba se usa para hablar de alguien que parece medio inocente, buenito o medio lenteja, pero que en realidad puede ser bastante pícaro o tener su lado oscuro. Es como decir que tiene cara de no romper un plato, aunque por dentro sea alto personaje. Y hay que admitir que la palabra suena tierna y tramposa a la vez.
"Mirá al Juan, cara de anchi total, y anoche cayó al baile, se tomó todo el fernet y terminó chamuyándose a media pista del boliche"