Se usa para hablar de alguien que está siempre de juerga, con ganas de fiesta todos los días como si no hubiera mañana. Es el típico colega que nunca dice que no a una cerveza, un botellón o una verbena. Vamos, que vive en modo sábado por la noche permanente, aunque sea martes y tenga que madrugar.
"Madre mía, el Juan anda a trapo perdido, anoche cerró el garito en la Plaza Mayor y hoy ya está montando el botellón en el parque como si nada"