Se dice de alguien que anda acelerado, de aquí para allá, como si trajera prisa pegada en los talones. Va haciendo mil pendientes, atendiendo gente, resolviendo cosas y ni se sienta. Es como andar en friega, pero con ese toque chusco de que parece que los zapatos le vuelan. Bien potosino y bien movido.
"En la posada, Paco anda de zapato volador, corre por hielo, sirve ponche, acomoda sillas y todavía se da tiempo de bailar tantito."