Se dice cuando alguien anda bien distraído, en su mundo, como empanado y sin poner atención a lo que pasa. A veces es por andar enamorado, otras por estar soñando despierto o nomás por andar de menso. Vamos, que le hablas y nomás asiente, pero no cachó ni la mitad.
"No le sueltes el chisme importante a Jorge ahorita, anda en la floripondia desde que trae novia nueva y ni oye cuando le hablas."