Se dice cuando alguien va súper emperifollado, muy puesto, con ropa nueva o demasiado perfecta, como si lo hubieran sacado de un escaparate o fuera un muñeco de exposición. A veces es piropo y otras va con guasa, como diciendo que se ha pasado un poco arreglándose. Pero oye, cada cual con su película.
"Quillo, has visto al Paco en la boda, iba arreglado como un muñeco, más planchao que un mantel de comunión y oliendo a colonia que mareaba hasta al camarero"