Forma amistosa y pícara de llamar a alguien caradura, vivo o ventajero, el típico personaje que siempre se las ingenia para sacar provecho sin mucha vergüenza. Suele usarse entre amigos para cargarlo un poco, medio en broma medio en serio. Y hay que admitir que cuando lo decís con tonada catamarqueña suena todavía más gracioso.
"Mirá al caranchay de Juan, cayó tarde, se clavó las empanadas, se tomó el vino más caro y encima se hizo el boludo cuando trajeron la cuenta."