En la Araucanía se le dice cariñosa a una subida o cerro que te hace sudar la gota gorda, de esos que parecen eternos y te dejan molido pero contento. Es como una montaña que te abraza fuerte y no te suelta hasta que llegas arriba. Suena tierno, pero en la práctica te deja hecho bolsa, aunque igual tiene su encanto.
"Ayer fuimos con los cabros a subir un cerro por allá en la cordi y la cuestión era más cariñosa que la cresta, terminé con las piernas tiritonas y pidiendo completo y bebida al tiro abajo."